Muchas personas no valoran lo que tienen porque simplemente nunca han pasado por momentos difíciles... por ello doy gracias a Dios por todo lo que he tenido que vivir porque gracias a eso soy el hombre que soy, o bien, gracias a que ya conozco lo malo sabré apreciar, valorar y por ende disfrutar de las cosas buenas de la vida.
Después de tantos años de sacrificios hoy día puedo decir con orgullo que valió la pena tanto esfuerzo; sin embargo, a medida que pasan los días me convenso aún más que soy un pequeño instrumento que Dios utiliza para hacer su voluntad y que todo lo que sucede tiene su por qué.